Sonia estudió en Buenos Aires hace 9 años. Al volver a Uruguay fue una de las fundadoras de la Asociación de Grafólogos y comenzó a impulsar esta técnica al dar clases en diferentes escuelas. Ahora comienza una nueva etapa en Instituto Fénix, con el Taller de Análisis de Firmas.
¿Qué es la grafología?
Es una técnica que es primo hermano de la psicología, se usa como un test proyectivo, como los que se hacen para estudiar a la persona. Acá se estudia a través de la gráfica, porque la escritura es proyectiva. Se puede estudiar desde un niño que apenas empieza a garabatear hasta la escritura más elaborada. La escritura no se puede fingir. Es algo neurológico. Aunque se cuiden los detalles, a medida que avanza esa escritura, no se puede esconder, no se puede disfrazar la esencia.
¿Qué es lo que miran al estudiar la escritura?
Nos fijamos en todo: la claridad, la forma… la escritura es única y cada persona tiene su estilo. En la escritura caligráfica, lo natural es que se cambie. Si una persona continúa con la escritura caligráfica que te enseñaron en la escuela, por ejemplo, puede ser que haya un aspecto en la personalidad de esa persona que no se desarrolló bien, pasa mucho con las personas mayores, son personas que no se adaptan a los cambios. También se ve la legibilidad y la rapidez del trazo, así notamos la inteligencia de quién escribe o puede ser una persona rápida en la forma de actuar, por ejemplo.
¿Cómo sirve de corrector?
Se llama Grafoterapia, pero yo prefiero decirle Grafo-educación, porque se trata de educar un gesto que es negativo y transformarlo. No hay escritura buena y mala, pero sí se puede arreglar una conducta o una falta por medio de la escritura, por ejemplo, el autoestima, la falta de atención.
La Grafoterapia es un proceso motriz, requiere una coordinación motriz-neuronal. Lo que hacemos es reeducar de afuera hacia adentro. Por ejemplo, hay personas que escriben con mucho ángulo y eso quiere decir que la persona tiene una tendencia hacia la violencia. Cuando la persona es consciente de eso y quiere cambiar, nosotros tratamos de curvar esa escritura.
¿Cuándo comenzó tu carrera con esta técnica?
Hace 6 años que doy clases. Hace 9 años, con un grupo de amigas, hicimos el curso en Buenos Aires. Cuando nos recibimos esto no era conocido. A mí siempre me gustó la psicología pero nunca estudie, solo lo básico como complemento a mi carrera. Hicimos una Asociación de Grafólogos, soy co-fundadora. Y nos comenzaron a buscar para dar clases. A mí me gustó la idea, el desafío. Ahí fue que comencé.
Sobre el Taller de Análisis de Firmas
La meta del taller es conocer a la persona a través de la escritura. Vamos a trabajar sobre varios temas de personalidad, de trazado, en qué fijarse. Se trabaja con letra caligráfica, con lupa. Es un curso muy rico, por eso la carga horaria (son 4 horas por sesión), pero la persona sale con un panorama realmente completo de todo lo que hay que conocer. Está pensado para psicólogos, escribanos, abogados, personas que trabajan en selección de personal.
